¿Qué es una startup?

Recuerdo la cantidad de veces que escuché la palabra startup antes de decidirme a googlear ¿qué es una startup?. Pensaba que tal vez era simplemente un “nombre cool” que se le daba a las empresas actualmente.

La realidad es que internet ha llegado para cambiarlo todo, desde la manera en la que nos comunicamos hasta la manera en que hacemos negocios y es ahí donde surge el término “startup”.

Antes, emprender un negocio o empresa era un riesgo que sólo podían asumir las personas que contaban con un gran capital, pero afortunadamente los tiempos han cambiado.

 

¿Qué es una startup?

 

La diferencia principal entre la definición de empresa y la definición de startup radica en que una startup es una organización con gran capacidad de cambio y que tiene una fuerte relación con la tecnología.

En general son negocios que impulsan ideas tecnológicas innovadoras a través de productos o servicios orientados completamente al cliente. A la vez, las startups se caracterizan por operar con costos mínimos y obtener ganancias exponenciales.

 

De hecho, empresas de la talla de Facebook o Amazon iniciaron siendo startups a pesar de que hoy se han convertido en grandes referentes multinacionales para la industria de la tecnología.

En España, también han surgido Startups que hoy son gigantes del comercio tales como Glovo o Cabify.

 

¿Quieres más ejemplos? ¡Bitsa!. Nuestra startup fue parte de la Fintech Unconference de Madrid en 2019, en un evento que reunió a más de 300 startups con los proyectos de innovación más importantes de España.

 

Cómo se financia una startup

 

A la hora de entender cómo crear una startup es importante tener en cuenta de qué manera encontrar financiación para crear nuestra propia startup. Entre los métodos disponibles, podemos destacar 4 de ellos:

 

1- Inversión

Según diversos estudios, una startup necesita al menos 5.000 euros para poder crearse. Imagina que debe contemplar el registro de marca, creación de una identidad marcaria, los gastos de notaría, etc.

Muchas de ellas deciden simplemente pedir ese dinero prestado a amigos o familiares, o recurrir a herramientas como el crowdfunding o los préstamos bancarios.

 

2- Empresas aceleradoras

En una segunda fase, podemos encontrarnos como las famosas “aceleradoras” que tal como su nombre lo indica se dedican a acelerar el progreso de las startups.
Además de intentar lograr que la financiación conseguida sea “fiel” al emprendedor, mejoran y facilitan el proceso de financiación.

 

3- Inversiones tradicionales

Este tipo de inversor también ve a las startups como una muy buena fuente de ingresos, muchas veces con retornos impensados para otro tipo de empresas.

En general este nivel de inversión aporta montos superiores que permiten a las startups soñar con lo que siempre quisieron ser.

Además, en esta categoría también entra la figura del “Angel Investor” o inversor angels que no sólo aporta dinero, sino también contactos y experiencia al proyecto.

 

4.- Venture Capital

También traducido como “capital riesgo”, este es un tipo de operación financiera en la que los inversores aportan capital a startups con alto potencial de crecimiento a cambio de determinados porcentajes de participación dentro de la empresa.

Es una práctica muy utilizada en el mundo de las inversiones y permite que las startups puedan conseguir financiación sin asumir grandes riesgos.