¿Qué es un presupuesto y cómo hacerlo en 5 pasos?

En las finanzas, hay un aspecto que se considera fundamental para construir una vida financiera positiva: los presupuestos. 

Puede que no estés pensando directamente en indagar respecto al tema. Sin embargo, no falta la imagen de principios o finales de mes cuando tenemos nuestro pago y estamos en la encrucijada de si adicionar un Cola Cao a nuestro mercado o arreglar el hueco de la pared que pronto será parte de la estética de la casa. 

Ante ello, te preguntas qué puedes hacer el otro mes para poder gastar dinero sin preocuparte demasiado.

Por supuesto, un presupuesto no es un concepto desconocido. No obstante, su aplicación marcará un antes y un después en tus finanzas personales y la gestión de tu dinero. 

Sin más dilación, ¡veamos de qué trata y cómo puedes elaborar un presupuesto de forma rápida sin necesidad de ser un economista o contador!

 

 

¿Qué es un presupuesto?

 

Un presupuesto es una estimación de los ingresos y gastos que se tienen durante un tiempo en específico. 

Por tanto, puede ser utilizado para:

• • Mantener un control de qué se gasta en un mes del año.
  • Saber cuánto es necesario ahorrar para cumplir con alguna meta, como un viaje por Ibiza. 
  • Preparar todo por si se presenta una emergencia.
  • Conocer cuánto podemos invertir y qué tipo de inversión es la adecuada para nosotros.

Por este motivo, un presupuesto es una herramienta muy provechosa que permite que destines recursos en lo que desees. 

Básicamente, funciona como una base sobre la cual se va solidificando todo lo que nos propongamos, sea a corto (menos de un año) o a largo plazo (más de un año). 

En consecuencia, hay diferentes tipos de presupuestos de acuerdo a la manera en la que sean calculados, su duración, sus objetivos, la entidad para la que sea creada o su forma. 

No obstante, de todo esto, lo que más nos sirve comprender es que los presupuestos no necesariamente son inalterables. Pueden ser flexibles o fijos, de acuerdo a lo que tú requieras.

Por ello, no te sientas asustado de querer hacer un presupuesto. Como todo en este mundillo, debes adaptarlo a lo que tú esperas y lo que puedes lograr con el dinero que tienes. 

 

 

¿Cómo puedo hacer mi presupuesto sin fallar en el proceso?

 

Primer paso: Identifica tu ingreso neto mensual

El ingreso neto es la cantidad total de dinero que recibes, restándole los pagos de salud, seguridad social, impuestos, etcétera. 

Si constantemente presentas ingresos variables, puedes poner una cantidad baja que correspondería a lo mínimo que ganarías de forma extra.

 

Segundo paso: Revisa cuáles son tus gastos mensuales

Para ello, puedes revisar facturas de las compras del mes pasado o el historial en tu cuenta bancaria. En este punto, lo fundamental es escribir en una lista cuáles son todos los gastos, como:

• • El presupuesto de servicios,
  • El alquiler. 
  • Cuentas médicas. 
  • Alimentación. 
  • Elementos de cuidado personal. 
  • Deudas.

 

Aparte de ello, es fundamental separar dos tipos de gastos: 

• • Los gastos fijos son aquellos que siempre son los mismos, es decir, la alimentación, los servicios públicos, la salud, etcétera. Si deseas pagar alguna deuda o ahorrar para un proyecto o artículo en específico, puedes incluirlos en gastos fijos.
  • Los gastos inesperados o variables son como el caso de que te dan ánimos de comprarte un yogurt en el Mercadona o si se presenta algún accidente como que te golpeaste en alguna parte de tu cuerpo. Todo lo que tenga que ver con gastos fuera de los fijos, pueden considerarse variables. 

 

Tercer paso: Resta

Resta tus gastos mensuales de tu ingreso. Pueden presentarse dos resultados:

1. 1. Si tus ingresos son más altos que tus gastos, estás comenzando con el pie derecho, dado que el excedente puedes destinarlo en otras inversiones o ahorros para la jubilación. 
   2. Ahora, si tus gastos son más que sus ingresos, eso significa que estás en un terreno pantanoso y es importante que realices ajustes. 

 

Cuarto paso: Ajusta los gastos

En la lista de gastos que hiciste en el punto dos, observa cuáles son los gastos variables que puedes reducir. Por ejemplo, comer menos donuts o cancelar tu membresía de Netflix, es tu decisión. 

Lo elemental es que busques que los gastos e ingresos mensuales estén en un equilibrio en donde se puedan hacer presupuestos para otros planes como ir de viaje, estudiar un idioma, comprar criptomonedas y un sin fin de posibilidades. 

 

Quinto paso: Revisa y ajusta constantemente 

Los presupuestos no se hacen una sola vez en el año, lo ideal es que lo hagas mensualmente o, inclusive, diariamente y seas constante contando tus gastos e ingresos. Para este fin, puedes utilizar cuadernos, aplicaciones en tu teléfono o software. 

De la misma forma, habrán meses donde tendrás que ajustar más tus gastos, ya sea porque cambias de trabajo o tienes otras prioridades.

Lo importante es que puedas tener una vista general de la forma en la que utilizas tu dinero mensualmente para buscar posibilidades de mejora. 

 

¡Esperamos que te haya sido de utilidad!

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Por el momento, ¡nos leemos pronto!